En la lucha por la prevención del VIH, se han alcanzado nuevas alternativas de tratamientos preventivos más allá de los convencionales. LaPrEP es un profiláctico que consiste en una pastilla de toma diaria que protege a la persona de contraer el virus
Naiguel Baspe
En la lucha por la prevención del VIH, e incluso en búsqueda de su erradicación, existen diferentes métodos de protección que logran mitigar el impacto del virus. En la práctica convencional se recomienda el uso del preservativo como método de barrera, no solo para evitar la transmisión del virus sino de cualquier otra infección por transmisión sexual.
Entre las nuevas tendencias encontramos el PrEP y PEP. Estos han ganado mayor protagonismo en la última década por sus resultados en la prevención del VIH, sin embargo, ¿sabemos qué son?
¿Qué es el PrEP?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el PrEP, o profilaxis preexposición, tiene que ver con todas las medidas que se toman para controlar y evitar infecciones o enfermedades. En el ámbito del VIH, la PrEP se trata de una pastilla que tomada diariamente evita contraer el virus por vía sexual. Los estudios han demostrado una efectividad por encima del 90% cuando se ingiere de manera consistente.
La PrEP es para personas que no viven con VIH y tienen mayor riesgo de adquirirlo. Por ejemplo, quienes tienen una pareja sexual con VIH cuya carga viral es desconocida o detectable; o personas no usan condones regularmente.
La diferencia con el PEP, profilaxis post exposición, es que esta última son una serie de pastillas que se toman dentro de las 72 horas siguientes y por un máximo de 30 días, luego de haber estado en una situación de riesgo de contraer el VIH, comúnmente por accidentes laborales del personal de salud o en caso de abuso sexual.
¿Cómo se toma la PrEP?
La OMS ha recomendado la ingesta diaria de la PrEP, sin embargo, la forma más habitual de consumo es “A demanda” el conocido “PrEP-AD”.
Esta forma de ingesta del PrEP se hace bajo el esquema “2+1+1” el cual consiste en tomar una dosis doble (dos comprimidos, que sirve como dosis de carga) entre 2 y 24 horas antes de la relación sexual, seguida por la toma de un tercer comprimido 24 horas después de los dos primeros y de un cuarto comprimido 48 horas después de los dos comprimidos iniciales. El esquema 2+1+1 describe la PrEP-AD cuando se trata de una relación sexual aislada. Cuando ocurren más relaciones sexuales en los días siguientes, se puede continuar con un comprimido diario único de PrEP hasta dos días después de la última relación sexual.
¿Quiénes pueden y no pueden usar la PrEP bajo el esquema 2+1+1?
De acuerdo con estudios de la OMS, los hombres que tiene sexo con hombres, personas con frecuencia sexual baja, hombres homosexuales y las personas que puedan planificar sus encuentros sexuales al menos con 2 días de antelación, son los llamados a consumir la profilaxis bajo este esquema.
Ahora bien, la PrEP-AD no esta recomendada en mujeres cis o mujeres transgénero, los hombres transgéneros que tiene relaciones sexuales vaginales receptivas, los hombres que tienen relaciones sexuales insertivas vaginales o anales con mujeres y personas con hepatitis B crónica.
¿Existe la PrEP en Venezuela?
Antes de abordar el caso de Venezuela, es importante resaltar que la OMS recomienda ofrecer la PrEP como parte de la respuesta y prevención integral de la infección por el VIH. Un número cada vez mayor de países está adoptando políticas que respaldan el uso de la PrEP para la prevención de la infección por el VIH.
En un análisis de alcance mundial se encontró que, hacia fines del 2018, 40 países habían integrado la PrEP oral en sus políticas o directrices. La utilización de la PrEP ha aumentado de manera considerable con el transcurso del tiempo, especialmente en los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH). En 2016, la OMS recomendó que la introducción del PrEP debía ser tratado con un enfoque de salud pública.
En Venezuela no existe una política pública sobre la PrEP, es decir que no hay ningún programa de salud pública del Estado que la ofrezca. Esto se debe a que Venezuela no ha adoptado y considerado este esquema como parte del programa de respuesta contra el VIH. Sin embargo, es común encontrar algunas personas que manifiestan usarlo, esto puede estar dado por la importación de manera personal y privada del mismo.
En este punto, es necesario hacer la advertencia que al ser la PrEP un medicamento, su consumo debe hacerse siguiendo las indicaciones médicas y no puede optarse al consumo de cualquier esquema como PrEP ya que los organismos internacionales de salud han dejado claro cuáles son los compuestos farmacológicos que, por su naturaleza y composición, son considerados como tratamiento profiláctico.
Nuevamente, es necesario resaltar igualmente la importancia de acudir con un especialista que evaluará el historial médico de la persona, en conjunto con una serie de exámenes y estudios médicos y así poder determinar la aptitud y eficacia del tratamiento en la persona.
Por otro lado, el tratamiento preexposición solo está indicado en la prevención del VIH y no resulta efectivo como método de transmisión de otras infecciones de trasmisión sexual o en la prevención de embarazos. Se recomienda incluso el uso de condón aunque se esté consumiendo la PrEP.
En Venezuela se conocen casos de personas que consumen el Acriptega (esquema antirretroviral único disponible en el país desde el 2018) como PrEP y advertimos que el Tratamiento Antirretroviral utilizado para el VIH no es lo mismo ni debe ser usado como PrEP.
Ahora bien, la práctica sexual debe ser llevada de manera libre, consensuada y responsable. La información referente a nuevas tendencias sobre prevención del VIH debe ser accesible para todos y, además, acompañadas por especialistas en el área.
Recordemos que como consecuencia de la Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa el país, entre 2016 y 2018, hubo una crisis por escasez de antirretrovirales que provocó que centenares de personas tuvieran serios problemas de acceso a tratamiento, con consecuencias graves sobre su salud.
En la actualidad, existe un único esquema disponible, producto de la cooperación técnica con el Fondo Global contra el VIH, la Tuberculosis y la Malaria, lo que limita las opciones de tratamiento para las personas que viven con VIH en el país, razón por la cual se refuerza la importancia de no utilizar el consumo de este único esquema disponible como PrEP.
El sistema público nacional de salud se encuentra afectado por la migración de médicos infectólogos y especialistas en el área, la disminución de capacidades de atención, la escasez de reactivos para la realización de estudio especializados y, este aspecto es el más importante, el Estado venezolano no hace compras de antirretrovirales desde mitad del 2016, lo que obliga siempre a tratar los temas relacionados con la respuesta al VIH de forma cuidadosa y siempre tomando en cuenta el contexto en el que se encuentra el país.
La situación antes descrita, hace difícil pensar que, al menos en el corto y mediano plazo, la PrEP esté al alcance de todos como parte de la respuesta pública contra el VIH, en consecuencia resulta vital que el Estado adopte medidas para reactivar las compras de medicamentos antirretrovirales para las personas con VIH y adopte igualmente un enfoque en la prevención, promoviendo el uso de métodos barreras como el preservativo, no solo para la prevención del VIH sino también de otras ITS.
Mientras estos eventos ocurren, se hace necesaria igualmente la intervención de la sociedad civil con trabajo en VIH, para el apoyo en la prevención y respuesta ante el virus.