Los derechos sexuales y reproductivos, como todos los derechos humanos, son inherentes a todas las personas. Pero para poder ejercerlos es importantísimo tener acceso a la educación sexual; una que sea integral y diversa y que permita el reconocimiento de todas las orientaciones e identidades.
Sobre todo durante este mes, el Mes del Orgullo, como defensores y defensoras de los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, se debe insistir en comenzar y mantener el debate sobre la sexualidad, la identidad y la expresión de género no binarias y las orientaciones sexuales.
La visibilización de todas las comunidades sexodiversas puede reducir las desigualdades y ayudarnos, como sociedad, que los factores reales que aumentan las situaciones de riesgos de estas poblaciones son la falta de acceso a los servicios de salud, la exclusión del campo laboral, la discriminación y los estigmas y el desamparo del Estado.