Fecha: 08/oct/2020
Natasha Saturno Siñovsky
El pasado 5 de octubre el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó con 22 votos a favor, 22 abstenciones y apenas 3 en contra (Venezuela, Eritrea y Filipina) una resolución sobre la “Situación de los derechos humanos en la República Bolivariana de Venezuela”.
La resolución estipula la renovación del mandato de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos (FFM por sus siglas en inglés) para Venezuela por dos años y algunas condiciones para la continuidad del mandato de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
Además, la resolución destaca la necesidad de investigación de violaciones de derechos humanos de la FFM por violencia sexual y de género, aparte del mandato original de: ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Aunque su mandato es muy específico, sería interesante que el próximo informe de la Misión pudiéramos observar el marco contextual de la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) dentro de algunas de las vulneraciones, por ejemplo, detenciones arbitrarias a personas que manifestaban por Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) como salud, agua o alimentación.
Aparte, en el punto 14 de la resolución solicita a la OACNUDH que continúe su labor de vigilancia de los derechos humanos en Venezuela, y que en sus informes “incluyan una valoración detallada de la aplicación de las recomendaciones de sus informes anteriores” este punto fue destacado por el presidente de Acción Solidaria, Feliciano Reyna, en su entrevista con Vanessa Davies del pasado 7 de octubre quien indicó la importancia de “hacer seguimiento a las recomendaciones y a los acuerdos a los que ha llegado su oficina con el gobierno”.
Un punto interesante de la resolución es lo contenido en el punto 13 donde se alienta a los procedimientos especiales a prestar especial atención (en el marco de sus mandatos) a la situación venezolana, así como el llamado a Venezuela de colaborar con su labor. Esto puede impulsar a que las Relatorías Especiales investiguen más atentamente lo que sucede en el país e incluso pueden producirse algunos pronunciamientos sobre puntos cuyo mandato no contempla la FFM o que no hayan sido tan destacados por la OACNUDH, en especial, lo referente al contexto de la EHC y los DESC.