La tolerancia, como elemento de paz, es cada vez más necesaria entre los individuos, dentro de las familias y sociedad; sin embargo, el Estado es el principal ente que debe implementar, a través de hechos y leyes, la tolerancia como valor fundamental de avance, aceptación, respeto e inclusión en la humanidad. “No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. Es la virtud que hace posible la tranquilidad y que contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz”, establece la Declaración de Principios sobre la Tolerancia de la UNESCO.
Quiteria Franco, profesora y defensora de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, coordinadora de la Coalición Red LGBTI de Venezuela, señala que en Venezuela, lamentablemente, existe una vulneración a la igualdad y a la no discriminación hacia las personas de la comunidad LGBTI. En el ámbito social, económico, cultural y salud se reciben denuncias sobre situaciones irregulares que estas personas deben enfrentar y que, por lo general, no encuentran un cambio, así sean denunciada. “La salud es uno de los factores más determinantes de la discriminación que a diario viven, sobre todo, las personas transexuales, a quienes les niegan el servicio de salud” señala.
La especialista resalta que estamos muy atrasados desde el punto de vista moral, ya que no se cuenta, ni siquiera, con una ley que proteja a la comunidad.
¿Avances?
La ONU señala que la tolerancia es una actitud activa de reconocimiento de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los demás. “En ningún caso puede utilizarse para justificar el quebrantamiento de estos valores fundamentales; este valor es indispensable que lo practiquen los individuos, los grupos y los Estados”.
En relación a esto, Franco resalta el curioso hecho de que la tolerancia a nivel social ha mostrado grandes e importantes avances; no obstante, a nivel gubernamental y de Estado los atrasos se reflejan en las denuncias, donde se exponen que las oportunidades de ascenso o crecimiento profesional en un trabajo representa una limitante si abiertamente te identificas con la comunidad. Asimismo, existen denuncias de casos escolares donde el profesorado no sabe cómo actuar ante el acoso que pueda estar viviendo una persona, pues en muchos casos se dan consejos como: trata de no ser así, debes estar con niñas o niños, dependiendo del caso, o terminan llamando al representante de este joven como si estuviese cometiendo un error o molestia en la comunidad escolar, lo que termina siendo el motivo de su inseguridad y restricción a vivir de manera libre y sin prejuicios.
“Basta visitar los ministerios de Venezuela y tratar de ubicar a una persona trans para darse cuenta del grado de discriminación que se vive en el país” informa.
En cuanto a lo social, la profesora reconoce el comportamiento y avance de la sociedad, pues ejemplifica el hecho de que anteriormente era un peligro que la comunidad marchara o se concentrara en lugares, dado que de los edificios lanzaban piedras, botellas u objetos que podían atentar contra la integridad física de las personas; sin embargo, esto actualmente ya no sucede. “Con el pasar de los días se pueden apreciar a más personas integrándose en el movimiento y sintiéndose libres de expresarse, ya que hay municipios que han actuado contra la discriminación por medio de ordenanzas”, dijo, resaltando la creación del Día Contra la Homofobia en Venezuela, porque aunque parezca muy sencillo, esto representa, según Franco, un importante logro de apoyo hacia la comunidad menos protegida de Venezuela.
“Nadie nace con prejuicios entre sí, no se ven diferentes, sino como niños o niñas; no ven que una persona sea de un color o de otro, lo comienzan a percibir cuando los adultos resaltan y hacen énfasis en las diferencias”, indica Franco al resaltar que la tolerancia tiene que comenzar en el hogar y las escuelas con ayuda de los padres, quienes tienen que ser consientes de que son ellos quienes generan esa discriminación y falta de respeto hacia la diferencia.
En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas señala que “la educación para la tolerancia ha de considerarse un imperativo urgente; por eso es necesario fomentar métodos sistemáticos y racionales de enseñanza de la tolerancia que aborden los motivos culturales, sociales, económicos, políticos y religiosos de la intolerancia, es decir, las raíces principales de la violencia y la exclusión. Las políticas y los programas educativos deben contribuir al desarrollo del entendimiento, la solidaridad y la tolerancia entre los individuos, y entre los grupos étnicos, sociales, culturales, religiosos y lingüísticos, así como entre las naciones”.
Es un trabajo de todos
Franco indica que es indispensable que se legisle una ley para proteger a las personas LGBTI de la discriminación, reconocer los derechos y que se ubique una oficina oficial para resolver casos de discriminación, pues es una deuda que tiene el Estado venezolano. “Las luchas sociales se han logrado por el apoyo de las mayorías, por esto es indispensable entender que es un trabajo en equipo, donde cada participación cuenta para lograr la inclusión total de la comunidad”
Por su parte, la ONU señala que es preciso adoptar medidas, donde hagan falta, para garantizar la igualdad en dignidad y derechos de los individuos y grupos humanos. A este respecto se debe prestar especial atención a los grupos vulnerables socialmente desfavorecidos para protegerlos con las leyes y medidas sociales en vigor, especialmente en materia de vivienda, de empleo y de salud; respetar la autenticidad de su cultura y sus valores y facilitar su promoción e integración social y profesional, en particular mediante la educación.
Hoy, Día Internacional de la Tolerancia, se invita a todos los Estado a fortalecer la tolerancia mediante el fomento de la comprensión mutua entre las culturas y pueblos para lograr la paz ante las diversidades que nos identifican como personas y sociedades. Recordemos que la tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos.
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Fuente: Yaridbell Licón / Oximity