La condecoración reconoce el trabajo de activistas alrededor del mundo por, según la fundación Martin Ennals, su pasión y determinación para llevar la voz de sus comunidades a la opinión pública global
Acción Solidaria
El 16 de febrero en Suiza, Feliciano Reyna, fundador y presidente de Acción Solidaria, recibió el Premio Martin Ennals (PME), por su trabajo como activista en favor de la vida y la salud en Venezuela.
El galardón se le otorga luego de 30 años de experiencia en la atención a las personas con VIH, la defensa de la población LGBTIQ+ y la creación de una red organizaciones dedicadas al acceso a la salud en el contexto de Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), a través del programa de respuesta humanitaria.
Reyna, junto a su equipo de trabajo, ha denunciado la crisis hospitalaria y la falta de acceso a tratamiento para condiciones de salud crónicas desde 2015. Además, su trabajo con la Organización de Naciones Unidas (ONU) fue fundamental en el establecimiento de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Venezuela para evaluar las violaciones de derechos humanos cometidas en el país desde 2014. Es la primera persona en Venezuela en recibir este premio.
Un reconocimiento transfronterizo
Este es el máximo reconocimiento para personas defensoras; se le conoce como el Nobel de los derechos humanos. Se entregó por primera vez en 1993 y ahora, 30 años después, Reyna lo comparte con Delphine Djiraibé, de Chad, y Khurram Parvez, proveniente de la región de Cachemira (entre India y Pakistán).
De acuerdo con la Federación Internacional de Derechos Humanos, “Khurram Parvez es coordinador de la Coalición de la Sociedad Civil de Jammu y Cachemira (JKCCS) y presidente de la Federación Asiática contra las Desapariciones Involuntarias (AFAD) y lleva más de 20 años defendiendo los derechos humanos, documentando e investigando, incluso, en la región de Jammu y Cachemira”.
Sobre la activista Delphine Djiraibé, la Fundación Martin Ennals escribe: “(…) fue una de las primeras abogadas en su país. Está orgullosa de ser pionera en el movimiento por los derechos humanos, la dignidad y la igualdad en Chad. Durante más de 30 años, y a pesar de las constantes intimidaciones y amenazas, ha desafiado incansablemente a las autoridades a garantizar los derechos fundamentales de todos los chadianos, incluidos los derechos a la vida, la justicia, la libertad de opinión, la alimentación, la educación y la salud”.