Naiguel J, Baspe
Cada 26 de julio se conmemora el Día de los Abuelos/as con el objetivo de resaltar la importancia del rol de las personas mayores en la sociedad, así como promover el disfrute pleno e igualitario de los derechos humanos y libertades fundamentales de este segmento de la población.
El artículo 80 de la Constitución venezolana, dispone que el Estado debe respetar la dignidad de los adultos mayores y garantizarles la atención integral, la seguridad social y su derecho a un trabajo digno y acorde a sus capacidades.
Sin embargo, aunque este artículo está inspirado en el Día de los Abuelos/as, creemos que se debe incidir en la importancia del uso de la denominación “adultos mayores”. Esto debido a que no todas las personas de la tercera edad son abuelos/as, por lo que consideramos que esta terminología es más inclusiva y amigable.
En consecuencia, este día es una oportunidad para reflexionar sobre el respeto, el valor y la atención que se les deben a los adultos mayores, quienes tienen el derecho de un trato digno, compartir con ellos, aprender y darles cariño.
Adultos mayores como población vulnerable
Al analizar los factores que pueden llevar a las personas de la tercera edad a ser considerados una población vulnerable o en riesgo podemos señalar dos componentes: sociales y estructurales.
Entre los primeros, podemos resaltar la percepción de pérdida del rol social, la baja autoestima, los niveles de dependencia derivados de algunas condiciones de salud, los bajos niveles de ingresos económicos que los obliga a vivir o depender económicamente de terceros.
De cara a los componentes estructurales, podemos recordar que Venezuela desde el 2015 atraviesa por una Emergencia Humanitaria Compleja que nos ha sumido en una precaria situación económica y ha generado migración forzosa, así como el declive de las estructuras sanitarias y escasez de medicinas e insumos médicos. Todas estas son aristas de especial importancia y relevancia para los derechos de los adultos mayores y su dignidad humana.
Un estudio realizado por nuestra organización aliada Convite en marzo de 2023, estima que unos 500 mil ancianos sobreviven solos en Venezuela, sin familiares ni cuidadores que estén pendiente de ellos y a expensas de un precario sistema de protección para adultos mayores.
Asimismo, Convite estima igualmente que de 3.058 adultos mayores que residen en 19 ciudades de Venezuela, entre 10% y 18% están solos.
Luis Francisco Cabezas, director general de la organización, advertía a finales del 2022 que 73% de la vida (7 de cada 10) de un adulto mayor en Venezuela, depende de un tercero. Un estudio realizado por su organización sostuvo que el 48% de los encuestados reciben ayuda de sus familias y 25% se mantenía por las remesas que le enviaba alguien desde el exterior.
Es importante preguntarse qué ocurre con la vida de esa persona cuando la remesa no puede cumplir un criterio de periodicidad o se llegara a suspender indefinidamente.
En este contexto, podemos destacar que la inseguridad alimentaria presente en el país, también ha afectado a este grupo vulnerable. Convite menciona en un informe reciente que un 50% de los adultos mayores de Venezuela no pueden consumir proteínas de origen animal en su dieta diaria por los altos costos, a su vez que un 80% no cuenta con una póliza de salud.
Salud y Economía, dos mundos incompatibles
El análisis de los gastos en salud y la economía de un adulto mayor es un tema relevante a considerar, ya que a medida que envejecemos, es probable que enfrentemos gastos médicos adicionales y cambios en nuestras circunstancias económicas.
Con el envejecimiento, es común que aumenten los gastos en salud debido a condiciones crónicas de salud, medicamentos recetados, visitas médicas regulares y procedimientos médicos.
Aprovechar las redes de apoyo social y comunitario puede ser beneficioso tanto para cuidar la salud mental como para gestionar los gastos en salud. Participar en grupos de apoyo, buscar servicios de cuidado asequibles sirve de ayuda frente a la situación actual.
De acuerdo con Convite, casi el 90% de los consultados, en su último informe, tenían ingresos mensuales por debajo de los 100 dólares americanos, por lo que la mayoría vive en la pobreza, con problemas para acceder a alimentos, medicamentos o servicios de salud. Venezuela suma unos 5 millones de pensionados, según el gobierno, que impulsó en 2011 el programa social Misión Amor Mayor para atender a este sector de la población, sin embargo, no hay cifras o balances de esa gestión.
Nadie está preparado para envejecer
La importancia de que el Estado asegure la equidad y la dignidad de los adultos mayores en la sociedad es incuestionable. Los adultos mayores han contribuido con su trabajo y experiencia a lo largo de sus vidas, y merecen vivir con dignidad y respeto durante sus últimos años.
En primer lugar, garantizar la equidad implica asegurar que todos los adultos mayores tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades, independientemente de su situación económica, género, etnia u origen social. Esto implica brindar acceso a atención médica de calidad, vivienda adecuada y servicios sociales y de cuidado especializados.
Además, es crucial que se implementen políticas que promuevan la inclusión social de los adultos mayores, fomentando su participación activa en la comunidad y asegurando que sus voces sean escuchadas.
El Estado tiene la responsabilidad de proteger la dignidad de los adultos mayores, asegurándose de que no sean objeto de violencia, abuso o discriminación. Esto implica implementar medidas de protección y sancionar cualquier forma de maltrato o negligencia hacia ellos. También implica garantizar el acceso a una alimentación adecuada, acceso a bienes y servicios de salud de calidad y que respondan a sus necesidades, así como, la posibilidad de vivir en un entorno seguro y libre de barreras arquitectónicas.
Es importante destacar que el envejecimiento de la población es una realidad demográfica que se está produciendo en muchos países, lo que hace que esta cuestión sea aún más relevante. El Estado debe adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad, implementando políticas públicas que aborden de manera efectiva las demandas y desafíos que plantea el envejecimiento de la población. En resumen, asegurar la equidad y la dignidad de los adultos mayores en la sociedad es fundamental para construir una sociedad justa y solidaria.
El Estado tiene una responsabilidad crucial en este sentido, garantizando el acceso a derechos básicos, protegiendo su dignidad y promoviendo su inclusión social. Solo así podremos construir una sociedad en la que todas las personas, independientemente de su edad, puedan vivir de manera plena y digna.
Nuestro aporte desde Acción Solidaria
De acuerdo con datos obtenidos del programa de respuesta humanitaria en salud de Acción Solidaria, a través del Centro de Servicio Comunitario, en el periodo comprendido entre enero a junio de este año, se han atendido 2.399 beneficiarios únicos, a los cuales, se les ha entregado 13.010 tratamientos.
De esta cifra, 1.406 corresponden a personas con edad mayor o igual a 60 años, es decir que el 58,61% de las personas atendidas por Acción Solidaria durante este periodo son adultos mayores.
De manera regular, estas personas reciben algún tratamiento para condiciones crónicas de salud, por lo cual podríamos agregar que durante este periodo han recibido al menos 5 meses de tratamiento.
Enfocándonos en las condiciones de salud para las cuales retiraran tratamiento, el 41,18% retira tratamientos para condiciones de salud cardiovasculares, otro 22,45% para condiciones metabólicas y un 17,13% para salud neurológicas y psicológicas.
Las necesidades son abrumadoras, en un país que continúa enfrentando una Emergencia Humanitaria Compleja, y nuestros adultos mayores, son de las poblaciones más afectadas, por lo que, debemos continuar trabajando para apoyarlos, mientras exigimos su dignidad y el respeto a sus derechos humanos.