El Comité está convencido en que su trabajo es fundamental en estos tiempos de emergencia humanitaria donde las poblaciones indígenas están desasistidas y corren especial peligro
El Comité de Derechos Humanos de la Guajira (CDDHHG) es una organización no gubernamental que promueve y defiende el derecho a la vida, a la integridad, la libertad, la seguridad personal e inviolabilidad del hogar, defensa del núcleo familiar, de la niñez y la adolescencia. Nació el 9 de agosto de 1999 en la población de Paraguaipoa, Municipio Guajira, Estado Zulia. Sus inicios por la defensa y promoción de los derechos humanos surgen desde las necesidades insatisfechas de la sociedad indígena que habitan en la zona.
José David González es miembro fundador y actual director de la organización. Explica que los inicios de la organización se dieron tras la indignación de ver que nadie garantizaba la salud a la población y el tema que realmente era insostenible en ese momento fue la falta absoluta del agua potable.
“No había agua para nada y teníamos que decirlo, teníamos que hacer uso de nuestros derechos y de la denuncia”.
Otro de los hechos que dio pie a la comunidad a organizarse y fundar el Comité fue el de la tragedia desatada en la comunidad de Sichipe, Alta Guajira, cuando una base militar de caballería construyó un polígono para hacer prácticas de tiros, incluyendo uso de granadas, en medio de la comunidad Wayuu, habitada por más de 24 familias. Un grupo de niños encontró un objeto extraño que les causó curiosidad y en su casa lo manipularon causando una explosión que generó la muerte de uno de los pequeños y otros dos heridos. Desde ese momento y hasta la fecha, han denunciado y acompañado a las personas víctimas de violaciones de sus derechos humanos, de las deficiencias en el servicio de agua potable y de las fallas en la dotación de insumos al hospital de Paraguaipoa; también han realizado denuncias más puntuales como el incumplimiento en el pago a algún trabajador de la localidad o casos de detenciones arbitrarias. Además, apoyan para que existan otras experiencias organizacionales como los consejos comunales, cooperativas de pescadores, artesanos y defensorías indígenas.
Una organización que tiene como objetivo fundamental promover conciencia sobre los derechos humanos en la población para lograr mayor participación ciudadana, por la defensa de los derechos civiles y sociales de la Guajira y que además trabaja para lograr una mayor participación ciudadana a través de una política de formación, educación y promoción de los derechos humanos, ONG, e instituciones públicas y privadas, y minimizar las violaciones de los derechos civiles, sociales, a través de la denuncia y seguimiento de casos.
Historia que se repite, derechos vulnerados
En la actualidad, la organización continua trabajando y denunciando vulneraciones de derechos y estas denuncias se incrementan respectivamente tras la emergencia humanitaria compleja que se vive en Venezuela.
“Para el 2007 y 2008, visibilizamos la mala infraestructura de los hospitales de Paraguaipoa y Sinamaica interviniendo en varias protestas. Hoy la situación es más precaria que en esos años, ya que se ha hecho cada vez más difícil generar un canal entre las autoridades y propuestas que brinden soluciones. La represión cada vez es más violenta”.
En 2010 el gobierno venezolano decretó la creación e instalación de 10 distritos militares en la frontera de la Guajira. Algunos de estos distritos militares se instalaron violando el derecho a la consulta, previa, libre e informada de los pueblos indígenas Wayuu y Añu, cuyo territorio pasa a ser un territorio militar y no un hábitat ancestral. El CDDHHG fijó posición y exhortó a las autoridades, desde el primer momento, a que se revisaran las condiciones de este decreto; además exigió y se ofreció para que los militares que ingresaran al territorio indígena fueran por lo menos formados sobre los valores de las comunidades originarias.
El defensor de derechos humanos comenta que tras esa situación en el año 2011 el gobierno decidió cerrar con 21 alcabalas diferentes puntos del Municipio Guajira, y comisiones relámpagos sorprendieron a las personas que trabajaban de manera ilegal con combustible. Hubo incendios de envases plásticos llenos de gasolina, esta tensa situación generó contaminación e incluso mortandad de peces de la reserva acuífera Gran Eneal.
“La situación hoy es inhumana, muertes, detenciones arbitrarias, allanamientos ilegales, irrespeto a cementerios Wayuu, incendios de viviendas, vejaciones y abusos en cada alcabala por la restricción de alimentos a la Guajira se intensificaron. Los servicios están cada vez más precarios y las muertes por desnutrición y epidemias están haciendo que la migración sin planificación sea una alternativa”.
Los abusos constantes cometidos por parte de las autoridades militares contra la población Wayuu son justificados por las autoridades con operativos cuyo objetivo es “dar golpe duro a los grandes contrabandistas de la frontera”. El Comité documenta, denuncia y acompaña para que estos hechos lamentables no se vuelvan un círculo vicioso y la memoria no se pierda en medio de la búsqueda de justicia.
“No ha habido ningún tipo de bienestar, desarrollo y progreso para nuestro pueblo en los últimos años. Los militares no conocen nuestras costumbres, no hablan nuestro idioma, están encerrados en los cuarteles y no comparten con nuestro pueblo. Se debe crear una estructura autónoma, visible con incidencia en toda la península de la Guajira, y asesorado por nuestras autoridades tradicionales, tomando en cuenta las políticas de Estado en materia indígena y que las organizaciones acudan y escuche sus planteamientos”.
El Comité está convencido en que su trabajo es fundamental en estos tiempos de emergencia humanitaria donde las poblaciones indígenas están desasistidas y la permanencia en sus tierras y la garantía de su salud y cultura están en inminente peligro.
“Es fundamental exigir el respeto a la integridad de la mujer wayuu, en sus diferentes status relacionado al sistema social, debido a su rol de transmisora de saberes y perpetuidad del linaje en nuestra estructura social”.
Puedes contactar al Comité de Derechos Humanos de la Guajira a través de su correo electrónico comiteguajira1999@gmail.com o ubicarlos en la Guajira venezolana, al norte del Estado Zulia, en el pueblo de Paraguiapoa, parroquia Guajira, en las instalaciones de Radio Fe y Alegría Paraguaipoa 92.3 fm.
—
Fuente: Gabriela Buada Blondell / Amnistía Internacional Venezuela