En sus más de 20 años de labor en la organización dedicada a defender los derechos de las personas con VIH-SIDA, y que en 2014 amplió su rango de acción para apoya a miles de personas que buscan medicamentos debido a la escasez y crisis del sistema de salud en el país, el presidente de Acción Solidaria, Feliciano Reyna, recuerda que la emergencia humanitaria no se produjo de manera fortuita, sino que es producto de un constante deterioro y destrucción de la dignidad y calidad de vida
Las personas en Venezuela permanecen bajo los estragos de una compleja emergencia humanitaria que afecta a todos los estratos sociales, pero con mayor énfasis para las que viven en situación de vulnerabilidad y en condiciones enfermedades crónicas. Ante esta situación, el presidente y fundador de la organización civil Acción Solidaria, Feliciano Reyna, recalca la importancia de que quienes defienden los derechos humanos estén al lado de quienes sufren las consecuencias de esta situación.
En sus más de 20 años de labor en la organización dedicada a defender los derechos de las personas con VIH-SIDA, y que en 2014 amplió su rango de acción para apoya a miles de personas que buscan medicamentos debido a la escasez y crisis del sistema de salud en el país, Reyna recuerda que la emergencia humanitaria no se produjo de manera fortuita, sino que es producto de un constante deterioro y destrucción de la dignidad y calidad de vida.
“En este contexto creo que la labor de las personas defensoras de derechos humanos es vital porque hay cantidades enormes de niñas, niños, hombres y mujeres sufriendo los daños de esta crisis”, señala el activista, quien además enfatiza que “esta grave situación es consecuencia de responsabilidades individuales que tienen el poder de cambiar y hacer que mejore la calidad de vida de las y los venezolanos, pero no toman las decisiones adecuadas para que suceda”.
Por ello, pese a las dificultades que se presentan en Venezuela, “de las cosas que veo con más optimismo es cuánta gente joven se ha hecho parte del movimiento de derechos humanos y se ha vinculado con movimientos internacionales, porque en ellos habrá una fuente importantísima de obtención de recursos no económicos para el proceso de reconstrucción de esta situación arrasada”.
Reyna señala que defender los derechos humanos en Venezuela no es una labor individual, ya que precisamente la situación del país ha permitido que diferentes organizaciones trabajen de manera articulada para evitar que sus acciones se vean obstaculizadas o manipuladas, como ocurre con las ONG que forman parte de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida).
Sin embargo, la situación actual para los defensores de derechos humanos es complicada, ya que la forma cómo las autoridades del Estado responden ante la exigencia de garantías de derechos es completamente contraria a lo que, por obligación constitucional e internacional, debería ser.
Defender en Venezuela
“Estamos viviendo una situación de violación generalizada de derechos humanos en Venezuela”, así describe el presidente de Acción Solidaria el contexto en el que se encuentran más de 30 millones de personas en el país, para quienes defender sus derechos se ha convertido en una acción complicada debido a las amenazas que surgen de las autoridades gubernamentales y las adversas condiciones de vida.
Con 22 años al frente de Acción Solidaria y con la contundencia de quien sabe las dimensiones y vive la emergencia humanitaria en Venezuela, Reyna asegura que la labor de las personas defensoras de derechos humanos en el país es un reto de vital importancia para la población.
Sistematizar, visibilizar y denunciar los casos de violaciones de derechos humanos, así como movilizar la cooperación nacional e internacional para permitir que la ayuda humanitaria necesaria para personas con condiciones crónicas, así como para evitar que queden impunes las acciones contra la dignidad de las ciudadanas y ciudadanos son parte de las arduas labores que llevan a cabo los defensores en Venezuela.
Reyna agrega que “hay que levantar la voz, con muchísima fuerza y señalar a quienes, desde el poder, tienen la capacidad de hacer enormes daños o abrir las puertas para que ese daño deje de hacerse”.
Sin embargo, las acciones para exigir la garantía de los derechos humanos han sido respondidas “no solo con intentos de represión focalizada, sino que ya estamos en un contexto donde priva la opresión generalizada. Ni siquiera la voz puede levantarse por temor, porque aparece de una vez el mecanismo estatal o paraestatal que oprime”, enfatiza Reyna.
Igualmente, precisa que las vejaciones de las que son objeto los defensores de derechos humanos en Venezuela, con mayor reiteración, son las relacionadas al amedrentamiento, acoso y hostigamiento por parte de las autoridades o de personas que, sin identificación oficial, pueden tener algún objetivo contra las labores.
“Hemos sido objeto de campañas que tratan de crear algún tipo de sospecha sobre el trabajo que hacemos. Además, en algunos momentos, varios colegas hemos sido mencionados en programas de la televisión pública y eso ha tenido algunas repercusiones en seguimientos y hostigamiento”.
Reyna relata que cuando ha regresado al país, tras salir para buscar medicamentos donados en múltiples ocasiones, en el aeropuerto de Venezuela llegó a ser perseguido por personas no identificadas, pero con poder de movimiento en áreas restringidas, quienes lo obligaban a pasar por revisiones arbitrarias. “La instrucción estaba dada y a veces eran revisiones filmadas, probablemente esperando que yo provocara situaciones de alteración del orden público”.
Labor fundamental
Pese al acoso, los activistas de Acción Solidaria no han detenido su labor en la defensa de los derechos humanos, especialmente los relacionados al acceso a la salud para personas con VIH-SIDA y a la distribución de medicamentos para otras condiciones crónicas a través del programa Acción Humanitaria.
“No hay nadie en este momento, ni siquiera en las fuerzas de seguridad del Estado, que no esté sufriendo las consecuencias de la crisis humanitaria. Nadie está exento de sufrirla y representa una situación en la que la dignidad está definitivamente afectada”.
Por ello, Reyna invita a las personas que se sientan motivados a ser activistas por los derechos humanos y a que se organicen en las comunidades y logren que las ciudadanas y los ciudadanos se reconozcan como personas sujetas de derechos, ya que desde esta perspectiva se podrá ser más contundente en la exigencia de garantías de los derechos a la salud.
En el sitio web de Amnistía Internacional, sobre la Emergencia Humanitaria compleja que se vive en Venezuela, se describe la situación de las personas que se han visto obligadas a salir del país hacia la frontera con Colombia para recibir tratamientos médicos y tratar de conseguir oportunidades para mejorar su calidad de vida.
Pide a las autoridades venezolanas activen de inmediato un mecanismo común y coordinado de cooperación internacional, en línea con las normas internacionales de derechos humanos, que busque asegurar que las personas en Venezuela puedan acceder oportunamente a la vital atención de salud y la nutrición que necesitan.
Para mayor información sobre el trabajo del activista de derechos humanos Feliciano Reyna y Acción Solidaria, ingresa a su página web o visita las cuentas en Twitter, Facebook e Instagram.
Fuente: Luis Miguel Alvarenga / Amnistía Internacional