- La Organización Mundial de la Salud alertó que para 2023 las epidemias del dengue, zika y la chikungunya han ganado terreno debido a la falta de planes de salud que tengan como objetivo contener estas infecciones virales
En abril de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los mosquitos del género Aedes, que transmiten enfermedades víricas como el dengue, la chikungunya o el zika, son cada vez más frecuentes en zonas de Latinoamérica.
El doctor Raman Velayudhan, jefe de la unidad del Programa Mundial de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS, señaló que el cambio climático y el aumento de las temperaturas están permitiendo que estos insectos se reproduzcan con más facilidad.
En junio de 2023, la OMS reiteró que el cambio climático está fomentando la cría de mosquitos, razón por la cual la incidencia del dengue ha aumentado considerablemente en las últimas décadas.
En este sentido, la organización exhortó a los países a concentrar sus esfuerzos en la detección temprana de casos y el control del virus, lo que requiere que la población esté informada acerca de la detención de casos.
Sin embargo, en Venezuela no existen estadísticas epidemiológicas constantes que revelen la ocurrencia y frecuencia de las enfermedades endémicas. En ese sentido, la Sociedad Venezolana de Infectología ha advertido que la falta de control sanitario solo potencia el riesgo ocasionado por estos vectores en Venezuela y que ocurre mientras la Emergencia Humanitaria Compleja sigue impactando al país.
El riesgo de la falta de controles por el mosquito
El riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos que proliferan, tanto en la sequía como en la temporada de lluvia, siempre es alto. Una de estas es el dengue que es endémico en Venezuela y se mantiene año tras año con una de las cifras más altas que van por encima de los 11.000 casos, de acuerdo con datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en Venezuela (OCHA, 2022).
Otras enfermedades asociadas con la picadura de mosquito son la malaria o paludismo, el chikungunya, el zika y la fiebre amarilla.
Todas estas patologías son ocasionadas por arbovirus o virus transmitidos por picaduras de mosquitos. No obstante, debido a la falta de control sanitario, ya no existen planes de prevención para disminuir su incidencia.
La OMS establece que parte de los procedimientos, mecanismos, políticas y estrategias que corresponde hacer por ley al ministerio de Salud es, en gran parte, el saneamiento ambiental, clave para la salud de las comunidades y supone la limpieza del entorno. De esta manera, se contrarrestan las posibilidades de enfermedades ocasionadas por vectores, como los mosquitos y otros insectos.
Pero debido a que constantemente se reportan brotes en cualquier lugar de Venezuela, esto indica que no se está cumpliendo con el saneamiento ambiental. Al no haber planes de acción para una rápida detección y monitoreo de síntomas entre la población, existe una mayor probabilidad de la proliferación de enfermedades endémicas.
¿Cómo prevenir los contagios?
La Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) establece que una de las respuestas para prevenir los contagios es el control vectorial a través de la fumigación de mosquitos en las zonas donde la enfermedad es endémica.
La institución destaca que no se trata de una medida única. Esto debido a que la fumigación solo acaba con el mosquito adulto y no con sus crías.
Otra medida que recomienda la SVI es poner redes tipo mosquitero en ventanas y puertas, además estas deben estar impregnadas de insecticida para evitar que los mosquitos entren a la casa al abrir la puerta.
Fuera de casa, las personas pueden protegerse usando habitualmente repelente de mosquitos y prendas de manga y bota larga para evitar las picadas. La organización sugiere usar ropa de algodón y de colores claros en estos casos porque así es más fácil ver cuándo un mosquito se acerca al cuerpo.
Para eliminar los criaderos se debe evitar la acumulación de agua en lugares que no puedan taparse o sellarse. También es recomendable revisar espacios como contenedores de basura y cauchos viejos para asegurarse de que no hay agua acumulada.
Es importante resaltar que 9 de cada 10 hogares en Venezuela no recibe agua potable de manera continua. En tal sentido, el almacenamiento de agua en pipotes y otros envases es una práctica usual ante la carencia de agua potable. Teniendo en cuenta esta situación, acumular agua sin taparla de manera adecuada, supone un ambiente propicio para que las hembras del mosquito depositen sus huevos.
La falta de acceso al agua potable genera que las comunidades estén constantemente más expuestas a las infecciones virales. Esto debido a que la presencia de microvertederos facilita la aparición de focos de Aedes Aegypti y otros vectores que inciden en la propagación de la enfermedad. En los últimos años, incluso, organizaciones internacionales han relacionado la inequidad y la pobreza como un factor de riesgo que incrementa los casos de dengue en las regiones.