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Con motivo del Día de la Salud Mental, que cada año se conmemora el 10 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados decidieron subrayar la importancia del nexo entre la salud mental y el lugar de trabajo. Para este análisis, se agrega el impacto y consecuencias de la discriminación y estigmatización a las personas por tener VIH, así como los obstáculos en el acceso y mantenimiento de un empleo formal en Venezuela basados en las asesorías legales brindadas por Acción Solidaria

Anamar Cordova y Jennifer Jardim

El concepto de salud mental engloba una serie de características particulares. Sería osado afirmar que se refiere simplemente a la ausencia de alguna condición o trastorno de salud mental. Se trata de un estado de bienestar mental que permite a las personas enfrentar momentos de estrés de la vida diaria, desarrollar sus habilidades, aprender, trabajar adecuadamente y contribuir con su comunidad. Como parte del derecho humano a la salud, es esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico de todas las personas. 

Ahora, cuando conectamos la salud mental específicamente con el ámbito laboral, nos encontramos con factores que podrían poner en riesgo el desenvolvimiento profesional de las personas en entornos de trabajo como: estigmas, discriminación, acoso, malas condiciones físicas, entre otros, lo que afecta directamente la participación y productividad, y por extensión la calidad de vida del individuo.  

Las consecuencias de estos problemas son múltiples, entre algunas de ellas encontramos: ausentismo, agotamiento, falta de atención, desmotivación y eventualmente, afectaciones en la salud mental en general, como la ansiedad, el estrés, e incluso el síndrome de desgaste profesional, también conocido como “burnout”. A esto se le suma la falta de sensibilización sobre problemas de salud mental que se traducen en barreras para abordar estas situaciones en el mismo espacio de trabajo. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de la población mundial trabaja, por lo que es urgente establecer medidas para garantizar espacios de trabajo seguros que eviten los riesgos para la salud mental y protejan a las personas en este sentido, sobretodo entendiendo la compleja interacción entre factores de estrés y vulnerabilidades individuales, sociales y estructurales que potencialmente se experimentan en el desarrollo de nuestras actividades profesionales. 

Los trabajos mal pagados o inseguros carecen de las protecciones adecuadas y facilitan las condiciones para riesgos psicosociales, por ejemplo: una mujer, formalmente empleada, que sea despedida al notificar al patrono que está embarazada. Lo anterior constituye tanto un riesgo para su salud mental por perder repentinamente su medio de vida, como una vulneración a sus derechos a la salud y al trabajo.

Se estima la pérdida de 12 mil millones de días laborales por depresión y ansiedad cada año. La falta de apoyo a las personas con problemas de salud mental afecta negativamente la confianza en sí misma, el disfrute de su profesión, la capacidad para trabajar y en definitiva, la productividad y el rendimiento de las personas en sus espacios de trabajo. 

Estigmatización y discriminación laboral por VIH: impacto en la salud mental

Acción Solidaria brinda asesorías a personas con VIH y sus familiares ante vulneraciones a sus derechos humanos. Lamentablemente, durante años se han registrado múltiples formas de discriminación de este grupo, especialmente, en el acceso al derecho a la salud y el derecho al trabajo, lo que puede añadir una afectación adicional a la salud mental de este grupo en situación de vulnerabilidad. 

La discriminación dentro del ámbito laboral a las personas con VIH se puede presentar de distintas formas: negando el acceso al empleo (con pruebas de VIH pre-empleo), discriminando durante la relación laboral, divulgando el estado serológico de la persona sin su consentimiento, entre otros.  Todos podemos, incluso sin intención, realizar actos de discriminación contra otra persona, por esto, es importante manejar adecuadamente información sobre nociones básicas de VIH y comprender los profundos efectos negativos que tienen estos actos sobre la salud mental de la persona afectada. 

La afectación a la salud mental de las personas con VIH, y que no tienen acceso a un trabajo digno, es significativa y multifacética. El rechazo no solo perpetúa la estigmatización asociada a tener VIH, sino que también puede desencadenar sentimientos de ansiedad, depresión y baja autoestima. La incertidumbre sobre su capacidad para conseguir o mantener un empleo puede intensificar el estrés emocional ante la perspectiva de no poder mantenerse por sí mismos y tener que recurrir a terceros para sostenerse económicamente o vivir de donaciones, agravando aún más los problemas de salud mental. 

Aunado a ello, cuando la discriminación ocurre dentro del entorno laboral puede aislar a las personas con VIH, limitando sus interacciones sociales y su sentido de pertenencia, lo que a su vez agrava la soledad y el desamparo. Es importante recordar que la falta de apoyo en el ámbito laboral puede contribuir a escenarios mucho más graves como condiciones de salud mental que requieran de apoyo profesional y tratamiento especializado. 

En conjunto, estas experiencias subrayan la necesidad de un entorno laboral inclusivo y respetuoso que promueva el bienestar integral de todas las personas, independientemente de su condición de salud. Los empleadores, los compañeros y cada uno de nosotros podemos ser agentes de cambio en el lugar de trabajo, al combatir el estigma y fomentar el debate abierto sobre la salud mental y el VIH.

Por ello, es vital que se creen políticas públicas efectivas que garanticen la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral y protejan el derecho humano al trabajo de todas las personas, sin importar su condición de salud. Desde el año 2014, nuestro país cuenta con una ley especial que regula, protege y garantiza el acceso al derecho humano a las personas con VIH: la “Ley de Promoción y Protección del Derecho a la Igualdad de las Personas con VIH/Sida y sus Familiares” este es un avance importante en la defensa de los derechos de las personas con VIH.