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Por Juan Rodrigues

El pasado 29 de octubre salió a la luz pública la lamentable muerte de dos hermanos ancianos, Silvia (72) y Rafael Sandoval (73), quienes fueron encontrados en su vivienda en la ciudad de Caracas. De acuerdo con las informaciones publicadas ambos tenían un cuadro de desnutrición severa, siendo esta la causa de muerte.

La vejez en Venezuela se ha convertido en una etapa de fragilidad extrema para los ancianos y que viene determinada por 3 factores importantes. El primero es la grave crisis económica que ha impactado notablemente en la pérdida del poder adquisitivo. De acuerdo con HUM Venezuela 13,1 millones de personas, perdió definitivamente sus medios de vida y 37% sus fuentes de ingresos.

El Segundo, y como consecuencia del primero, es que se ha generado dificultad en el acceso a alimentos y servicios de salud adecuados a los estándares de calidad internacionales y, tercero, la  crisis migratoria sin precedentes que ha generado la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) sostienen que 5 millones de venezolanos han emigrado producto de la EHC.

Este contexto nos enfrenta a una realidad muy grave. Luis Francisco Cabezas, Coordinador General de CONVITE, afirma que la pensión mensual para los adultos mayores equivale a menos de 1 dólar estadounidense mensual, cantidad que reciben cerca de 4 millones de pensionados en el país.

Igualmente, CONVITE ha sostenido que a pesar que en Venezuela casi la totalidad de los adultos mayores se encuentran en una situación de vulnerabilidad y riesgo importante, unos 700 mil están en una peor situación, debido a que viven solos, producto de la migración de familiares, siendo este el caso de Silvia y Rafael.

En el estudio de Evaluación Rápida de necesidades para las personas mayores en Venezuela, publicado por CONVITE a finales de 2019, ya reportaba que el 67% de las personas mayores dependían de familiares y amigos para cubrir necesidades básicas. Asimismo, el 34% requiere ayuda de terceros, para poder tener acceso a servicios de ayuda o necesitan algún tipo de asistencia.

En el apartado de acceso a servicios de salud, para el 2019, el 75% de los adultos mayores ya manifiestan no contar con medicamentos suficientes para poder atender las diferentes condiciones de salud. El 30% de las personas mayores no tienen acceso a los servicios de salud y el 64% manifiesta que los servicios de salud son muy costosos, lo cual les impide poder acceder a ellos.

Estas cifras, aunque de 2019, indican que este es un problema que se ha venido agravando en los últimos 3 años a medida que la situación en el país se deteriora y la EHC sigue avanzando. Igualmente, ese mismo estudio ya revelaba que el acceso a la alimentación era uno de los temas prioritarios y preocupantes para esta población, y, más recientemente, CONVITE ha señalado que 3 de cada 5 personas mayores manifiestan acostarse regularmente con hambre.

A la evidente y grave situación que viven las personas mayores en el país, sometidas a pensiones que no permiten cubrir las necesidades básicas de alimentación y salud, además de vivir en soledad, se le suma, en algunos casos, la discriminación por cuestiones relativas a su edad, como el acceso a empleo. En este sentido, desde CONVITE y otras organizaciones de la sociedad civil se han hechos llamados urgentes a actores claves nacionales e internacionales con el objetivo de articular esfuerzos que permitan brindar atención a este sector vulnerable y además han resaltado la inclusión de las personas mayores como parte de los beneficiarios del programa de respuesta humanitario implementado en Venezuela.