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 Entre el 1 al 7 de agosto se llevó a cabo la celebración anual de la Semana Mundial de la Lactancia Materna. El tema de este año (2024) fue “Cerrar la brecha: apoyo a la lactancia materna para todos”, reconociendo a las madres lactantes en toda su diversidad

Kimberley Gonzalez Mijares

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la lactancia materna es la alimentación más beneficiosa para los infantes entre los 0 y 2 años, es segura, limpia y contiene anticuerpos que los protegen de diversas patologías, además de brindar la energía y nutrientes necesarios durante los primeros meses de vida. 

En ese sentido, la lactancia debería actuar como factor de igualdad en la sociedad, por lo que en el marco de esta celebración, Acción Solidaria realiza un análisis de la situación de las mujeres y personas lactantes con VIH en Venezuela: 

Dar pecho u ofrecer lactancia materna teniendo VIH, es una de las formas en que puede ocurrir una transmisión del virus (como el embarazo y el parto), cuando la persona no se encuentra debidamente en tratamiento. Es por ello que en estos casos,  es una práctica rodeada de estigmas y prejuicios que lejos de apoyar al bebé y a su madre, generan mayor desigualdad y riesgos. Por eso resulta necesario que existan protocolos y políticas dirigidas a prevenir la transmisión vertical mientras se apoya a la madre en su lactancia. 

De hecho, las recomendaciones de la OMS relativas a la lactancia en estos casos son bastante similares a las ofrecidas para la población general, las personas lactantes con VIH deberían amamantar (si deciden hacerlo) por al menos 12 meses de forma continúa, 6 de estos de manera exclusiva, e incluso continuar haciéndolo hasta los 24 meses. Es importante señalar que la OMS lo recomienda, siempre y cuando la madre con VIH esté tomando su tratamiento antirretroviral, en definitiva, los beneficios de la lactancia superan los riesgos de morbilidad y mortalidad derivados de la interrupción de la lactancia antes de los 6 meses o de la transmisión vertical del virus. 

Es importante hablar de personas lactantes con VIH y las acciones que deben ser tomadas para garantizar las condiciones necesarias para la lactancia en los casos que sea necesario. La transmisión a través de la lactancia materna todavía contribuye a casi el 50% de las infecciones pediátricas por VIH registradas cada año.

Entre las recomendaciones de la OMS se encuentra: (i) que se oferte la prueba para VIH durante la evaluación prenatal, (ii) facilitar una decisión informada en los casos de VIH, (iii) el uso de tratamiento antirretroviral (TAR) y su correcta adherencia. El TAR detiene o reduce la reproducción del virus en el cuerpo, y es recomendado de por vida en todos los casos de personas con VIH, especialmente en el caso de las personas embarazadas y lactantes.

Las Naciones Unidas en su declaración sobre el VIH y el Sida de 2016 hace especial énfasis en la necesidad de adoptar medidas urgentes para combatir las desigualdades sociales, económicas, raciales y de género al igual que las políticas discriminatorias y la estigmatización y formas múltiples e interseccionales de discriminación. Esto con el  fin de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, especialmente en su punto 3.3 donde se establece poner fin a la epidemia de VIH. Esto es particularmente importante al hablar de personas lactantes y las acciones que deben ser tomadas para garantizar las condiciones necesarias para la lactancia exclusiva en los casos de personas con VIH.

En Venezuela los protocolos médicos establecen que a las mujeres embarazadas se les realice la prueba de VIH de forma oportuna, para así en los casos positivos, iniciar de forma temprana el tratamiento y lograr que la carga viral sea indetectable.  Esto previene la transmisión vertical durante el embarazo, el parto y la lactancia materna. 

Sin embargo, para lograr una detección temprana, las mujeres embarazadas deben acceder a un control prenatal adecuado, y, en los últimos años la cifra de personas que recibieron un adecuado control prenatal muestra un descenso importante. La investigación  Encuesta sobre Condiciones de Vida ENCOVI registró que para 2023, 25% de las personas embarazadas hace el primer control prenatal en su tercer mes de gestación, mientras que aún 18% tiene su primer control en el cuarto mes o después. Así mismo, 13% de las embarazadas cumple solo  4 controles o menos a lo largo del embarazo.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos (ACNUDH) en su Informe sobre la Situación de los derechos humanos en la República Bolivariana de Venezuela expone que, si bien la subvención VIH-Tuberculosis (2024-2026) del Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis (Fondo Mundial) tiene como objetivo el contribuir a la respuesta de las necesidades de medicamentos antirretrovirales de al menos 70.000 personas, las personas con VIH en Venezuela siguen enfrentándose a la escasez de pruebas diagnósticas y control de la infección y sustitutos a la leche materna para los lactantes expuestos. También se enfrentan a la falta de personal especializado para la supervisión de su tratamiento, sin contar la estigmatización y discriminación que sufren. 

En Venezuela la salud constituye por mandato constitucional, un derecho fundamental y garantizarla es una obligación para el Estado como parte de sus compromisos con el derecho a la vida de sus ciudadanos. Además, la lactancia, constituye un derecho contemplado en la Ley de Promoción y Protección de la Lactancia Materna, y debe ser protegida como tal. 

Las madres con VIH pueden tener lactancias maternas seguras para sus hijos, cuando se les facilita el acceso a diagnóstico, tratamiento antirretroviral,  garantía de una decisión informada, controles de carga viral periódicos y seguimiento, así como acompañamiento adecuado con profesionales de salud. De esta manera, sus hijos pueden beneficiarse de los múltiples y muy documentados beneficios de la leche materna y pueden evitar obstáculos como el acceso a fórmulas infantiles que en contextos complejos pueden ser de difícil acceso, o muy costosas para las familias. De esta manera se trabaja hacia la meta del tema planteado para la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año “Cerrar la brecha: apoyo de la lactancia materna para todos”.